El 24 de noviembre de 2009 John Jones, de 26 años de edad, se encontraba explorando por primera vez dentro de una cueva conocida como Nutty Purtty. Se encontraba sumamente emocionado por la experiencia que viviría ese día. Pero para su desgracia Jones quedó atrapado de arriba a abajo cuando se arrastraba a través de uno de los estrechos túneles de la cueva.
La estrecha abertura es prácticamente vertical, así que cuando intentaron tirar de el, sus pies chocaron con el techo. Tirar de él al revés podría haberle partido las piernas, cuyo shock podría ser fatal mientras John sufría los efectos de estar boca abajo.
El grupo de salvamento trabajó 26 horas para liberarlo, pero la forma del hoyo donde John estaba atrapado era uno de los mayores obstáculos. En un momento habían podido liberar a Jones de la grieta, pero poco después cayó algunos metros en el espacio estrecho cuando falló una soga que lo sostenía.
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Varios intentos de rescatarlo fracasaron. Cada vez que tiraban de la cuerda John gritaba de dolor. El cuerpo humano no está preparado para estar boca abajo, así que tras 28 horas en esa posición, Jones quedo inconsciente y finalmente murió.
Un dato aun mas perturbador, es que su cuerpo aun continua en el lugar, ya que se determino que era demasiado riesgoso extraerlo.
