El infierno de Junko Faruta. +18


Ella es Junko Furuta, una chica que a sus 17 años murió a causa de 4 compañeros de secundaria que la secuestraron durante 44 días, a la salida del colegio.

En esos 44 días Junko sufrió alrededor de 400 y 500 violaciones, se estima que realizadas por más de 100 personas, amigos y vecinos que los secuestradores invitaban.

Los cuatro estudiantes:

Miyano Hiroshi, de 18 años.
Jo Kamisaku, de 17 años.
Watanabe Yasushi de 17 años.
Minato Nobuharu, de 16 años.

Esperaron a que Junko terminara sus clases. Hiroshi le dijo que quería hablar con ella en privado a lo que ella acepto. Los otros tres la sujetaron y la subieron a un vehículo, raptandola y llevándola luego a casa de los padres de Minato el más joven del grupo.


Los forenses estiman que Junko sufrió alrededor de 25 torturas distintas:

-La obligaban a introducirse cosas como tubos de hierro en su vagina.
-Introducian también botellas de vidrio que se rompían dentro suyo.
-Llegaron a introducirle pirotecnia encendida dentro de su recto, causando una hemorragia desastrosa.
-La violentaron tanto sexualmente como físicamente, llegaron a colgarla del techo y utilizarla como saco de boxeo.
-Le daban de beber su orina y comer sus heces o insectos.
-Pasaron de golpearle el rostro contra el suelo de la vivienda y orinar sobre ella a violarla todos lo días. Uno por uno o los 4 juntos tanto por vagina y ano, hasta invitaban a miembros de Los Yakuza a violarla, siendo cerca de 400 veces violada por mas de 100 hombres de la mafia.
-La obligaban a masturbarse frente a ellos mientras bebían cervezas con sus amigos, como modo de entretenimiento.
-Llegó a un punto en que su cuerpo no podía retener la orina al tener tantas heridas severas, cosa que violentaba a sus secuestradores, provocando que la golpearan con cosas, patearan e incluso orinaran sobre ella.


Se confesó que a Junko le demoraba una hora arrastrarse hasta el baño de tanto daño que tenía su cuerpo.

En una oportunidad fue violada por 12 hombres en un solo día, no sin antes obligarla a masturbarse delante de sus captores e invitados mientras algunos tomaban cerveza o se quitaban la ropa. La tortura continúo, después de introducirle objetos en la vagina como una botella de vidrio y una barra de hierro, le insertaron un artefacto pirotécnico en el ano encendido, lo que le causo graves quemaduras, sin mencionar el dolor que sintió con la botella o la barra de hierro.

Cada tortura era fotografiada por los captores. Una de las ocasiones que intento escapar, fue sorprendida por Watanabe Yasushi, quien llamó al resto del grupo quienes descargaron toda su ira con ella. Le clavaron 24 agujas de coser en los senos y la encerraron un rato en un refrigerador. Al salir, para "darle calor" le quemaron la vagina con los cigarrillos que estaban fumando y poco después le pasaron el encendedor prendido por el clítoris.


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Otras de las veces la descubrieron tratando de llamar a la policía así que le rompieron los huesos de la mano a pisotones, le quemaron los párpados con cera caliente y le amputaron el pezón izquierdo con un alicate.

Hubo un momento en el que Junko no aguantó más el dolor y suplicó que la matasen. A sus secuestradores les daba risa "por ser tan patética", así que la retaron a un juego de Mahjong.

A pesar de su estado, Faruta ganó el juego, algo que irrito al campeón, Hiroshi. Con su furia desatada, ordeno que le amarraran las manos y pies a la chica para arrojarle en su estómago unas pesas, después la colgaron del techo con un arnés y la usaron como saco de boxeo.

Al bajarla le quemaron un ojo con una vela encendida. Convulsionando de dolor y gritando desgarradoramente, Junko no sabia aun lo que le esperaba. Encontrándose en el suelo, rociaron parte de su cuerpo de combustible y lo encendieron, Sus gritos y convulsiones se tornaron más fuertes pero no ayudó para que los cuatro se burlaran de ella diciéndole que "no exagerase". Continuaron jugando y bebiendo cerveza.

Dos horas después, cuando las llamas finalmente se consumieron, el cuerpo desfigurado de Junko apenas se movía, que duró cuatro horas en movimientos desesperados martirizantes para luego fallecer a causa de un shock.

Al terminar de beber y jugar, notaron que Junko ya había muerto, así que buscaron un contenedor de metal y metieron el cuerpo sin vida de la joven, para terminar cubriéndolo de cemento, El contenedor fue encontrado a los pocos días, descubriendo el cadáver luego y reportadolo a la policía. La autopsia revelo las torturas junto con restos de semen en su vagina y ano de mas de una centenar de hombres.


Un informante fue infiltrado en Los Yakuza e investigó al respecto, averiguando los nombres de todo el grupo. Los investigaron y al encontrarse los cuatro, los arrestaron a todos y fueron enjuiciados como adultos.

Los padres de Junko ganaron una demanda civil contra los padres de Minato Nobuharu, obteniendo ¥50 millones de yenes. En el juicio, los hechos fueron confesados con extremo detalle por los jóvenes, y había bastante material fotográfico de las torturas como evidencia.

La condena de los asesinos fué leve. Se pidió la pena de muerte pero no se consiguió. A los pocos años fueron puestos en libertad por tratarse de menores de edad cuando cometieron los delitos.

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